Presentación del Reglamento de convivencia con perspectiva de género CIECTI

De derecha a izquierda: Dora Barrancos, Ruth Ladenheim, Sara Pérez y Viviana Ramallo durante la presentación del Reglamento.
De derecha a izquierda: Dora Barrancos, Ruth Ladenheim, Sara Pérez y Viviana Ramallo durante la presentación del Reglamento.

El día 18/06 se realizó la presentación oficial del nuevo Reglamento de convivencia con perspectiva de género CIECTI, con la participación de Ruth Ladenheim –Directora general-, Dora Barrancos –ex miembro de la Comisión Directiva y especialista en la materia-, Sara Pérez –Directora del Programa de acción institucional para la prevención de la violencia de género de la Universidad de Quilmes– y Viviana Ramallo –investigadora y consultora CIECTI- en representación de la Comisión de género y convivencia (CGCC).

El reglamento se propone como una herramienta para garantizar un ambiente laboral libre de discriminación, hostigamiento y violencia laboral -especialmente por cuestiones de género o diversidad sexual-, entra en vigencia de manera inmediata y aplica para cada integrante de la institución.

Ruth Ladenheim destacó el trabajo realizado a lo largo del último año para llegar a esta instancia y manifestó su conformidad acerca de la aprobación del reglamento dado que este gran paso hace que el CIECTI logre sentar un precedente en materia de género en este tipo de instituciones.

En primer lugar tuvo la palabra Dora Barrancos, quien subrayó que la presentación de dicho reglamento no escapa del contexto histórico dado que la demanda de derechos femeninos tiene un recorrido muy largo exigiendo una vida sin violencia en iguales regímenes de legalidad con los varones. También remarcó que si bien en Argentina se necesitan políticas proactivas en torno de la igualación de oportunidades y del trabajo también hubo una importante conquista de orden jurídico con la Ley de Identidad de género (26.743) considerado uno de mayores patrimonios simbólicos que se ha dado en los últimos años. Esta ley ha sido exportada a otros países y es la primera vez que la sociedad se ve obligada a revisar los modos de convivencia de las organizaciones sociales. Por último comentó: “Creo que este paso que dio el CIECTI es muy importante y me permito decir que puede significar proyecciones en otras entidades similares pero sobre todo tienen que manifestarse estas alteraciones en las formas de conducta en las vísceras del aparato estatal”.

Por su lado Sara Pérez saludó institucionalmente la forma en la que se condujo el proceso de desarrollo de una normativa, y reflexionó: “…ya desde 1979 existe a nivel internacional la Convención para la eliminación de todo tipo de discriminación contra la mujer, la cual fue incorporada en 1994 a nuestra Constitución Nacional. En el mismo año se aprobó la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer –Convención de Belem do Para- que fue incorporada a nuestra legislación en 1996. A su vez, la Ley 26.485 –la Ley de prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres-  fue aprobada en el año 2009 y aun así tuvimos que salir a la calle en el año 2015 porque seguían habiendo  una cantidad innegables de hechos de violencia –en muchos casos brutales-, y luego vino la vertiginosa marea verde que acompañó otros procesos políticos también y que hizo que muy rápidamente tuviéramos conciencia e impulsáramos acciones, herramientas y políticas públicas para tratar de erradicar la violencia. Esto ha sido muy vertiginoso y sin embargo aún es necesario en ciertos ámbitos aprobar protocolos (como en universidades nacionales) y reglamentos (como en este caso)”.

Pérez recalcó la importancia de no naturalizar las múltiples relaciones de desigualdad que se viven día a día en diversas organizaciones dado que naturalizarlas hace que se pasen por alto involuntariamente y se puedan llevar a obviar, legitimar, acompañar e inclusive justificar acciones de discriminación, maltrato o violencia con motivos radicados en género, orientación sexual o identidad de género. En este sentido remarcó: “Nuestra intervención como personas preocupadas en el tema o como especialistas en temas de género, es ir poniendo en tela de juicio todas estas naturalizaciones”. A raíz de esto Sara Pérez invitó a cambiar prácticas, a interrumpir costumbres que reproduzcan de alguna manera las desigualdades en el lugar de trabajo. Respecto del documento hizo hincapié en que el régimen de convivencia aprobado es fundamental y tiene una gran función pedagógica en pedir las pequeñas cosas de la vida cotidiana en el ámbito laboral, que le quitan hostilidad con pautas precisas como las propuestas en el reglamento.

Por último, Viviana Ramallo expuso los puntos más relevantes del reglamento a todo el público interno del CIECTI con el fin de que puedan informarse, pulir dudas e intercambiar opiniones aprovechando la participación y valiosos aportes de las especialistas presentes.

Acceda al reglamento aquí.